Durante el Gran Premio de la Ciudad de México, muchas cosas sucedieron alrededor de los pilotos Sabemos bien que como figuras públicas a nivel internacional, mantienen activas sus redes sociales en un constante despliegue de información para sus seguidores.
Días previos al GP de Austin, el piloto ruso, Nikita Mazepin de la escudería Haas, visitó México para realizar trámites personales y durante su estadía tuvo un encuentro especial con la cultura nacional. Visitó lugares en la ciudad, hizo amistades y realizó un recorrido por las pirámides de Teotihuacán. Acompañado por su entrenador personal y algunos amigos, Nikita mostró interés y gran aprecio por las tradiciones y la cultura del pueblo mexicano. Convivió e hizo amistad con muchas personas en sus recorridos.
En la carrera del domingo 7 de noviembre, en el Autódromo Hermanos Rodríguez en la Ciudad de México, el piloto de 22 años, tuvo uno de los mejores resultados en su joven carrera, lo que demostró no solo su preparación física y mental, sino también su adaptación al uso horario en América. Nikita junto con sus compañeros de equipo, celebraron los resultados, como todos los pilotos lo hacen tradicionalmente, en fiestas y reuniones después de la carrera.
Mazepin se ha convertido en un fan de México, así también, su popularidad ha crecido en las redes sociales como piloto de la primer categoría de deporte motor. Durante la noche del 7 de noviembre, asistió con sus compañeros de equipo a una fiesta en Polanco y durante la velada, un fanático al detectar su presencia, comenzó a seguirlo e insistió en hablar y conectar con él. Amablemente, Nikita lo saludó pero al cabo del tiempo, el fan insistió en acercarse hasta volverse molesto e incómodo para el piloto. Durante la situación, los responsables de seguridad del lugar, dialogaban con Mazepin quien solicitaba dejaran entrar al resto del equipo para entrar a la fiesta, que por obvias razones, se encontraba ya en su máxima capacidad y fueron esas imágenes, las que se usaron por algunos medios de la prensa de deportes mexicanos que mal interpretaron y publicaron, haciendo alusión a una supuesta mala conducta por parte del piloto, la cual le hubiera valido ser expulsado del lugar.
Nada más equivocado. El fanático que se convirtió en una molestia y Nikita le pidió que se alejara ya molesto; mientras tanto, el equipo restante, pudo ingresar a la fiesta cuando hubo oportunidad y espacio. La fiesta continuó sin incidentes especiales hasta que salieron del lugar por su propio pie. Es lamentable que se quiera desprestigiar a un deportista extranjero por interpretar imágenes de una supuesta discusión, sin corroborar ni investigar más a fondo. Nadie echó a Mazepin de la fiesta, nadie agredió al fanático acosador, nadie vio ni escribió lo que realmente pasó.
Al día siguiente, Nikita junto con su equipo cercano, se trasladaron puntualmente al aeropuerto con dirección a Brasil, para atender el GP carioca, que se realizará el próximo fin de semana, sin otras palabras más que de agradecimiento por la calidez con que los mexicanos lo recibieron y acompañaron antes, durante y después de la carrera.
Mazepin dará grandes sorpresas, hará que crezca su popularidad en medida que demuestre en la pista sus habilidades al volante con un compañero de equipo que hereda una de las firmas deportivas más pesadas en el automovilismo, Mik Schumacher. Ambos son talentosos, mantienen una rivalidad deportiva previa, cada uno tiene una personalidad definida, distintas entre si, pero con alma y corazón por la victoria en común.
Haas se ha puesto en el candelero de F1 con su estrategia, y no cesará hasta convertir a sus pilotos en figuras que sumen puntos en lo individual y como equipo para esta y las siguientes temporadas. Lo que demos atender, es sin duda, el papel tan relevante que representa México en el circuito anual del Gran Premio internacional de la Fórmula 1.